Resumen
El final de la Guerra Fría significó una doble y sorprendente transformación conceptual para la comprensión de la innovación democrática. La participación y la representación perdieron sus posiciones estables y opuestas en la teoría democrática y asumieron nuevos roles analíticos. Examinamos esos cambios y argumentamos que la oposición entre ambos conceptos se relacionó con
circunstancias históricas que ya no existen. El nuevo contexto ha permitido la disociación analítica entre la representación y el gobierno representativo y forzado precisiones del concepto de participación y su papel para entender experiencias de innovación democrática.