Resumen
Este artículo expone un caso de desposesión territorial, destrucción del paisaje y dominación política de comunidades campesinas mexicanas protagonizado por la corporación canadiense Goldcorp en su afán por apropiarse de los minerales subyacentes mediante la brutal minería de tajo a cielo abierto. Se muestra cómo la corporación, con apoyo de agencias del Estado mexicano, establece vínculos de dominación sobre las comunidades locales fundados en el principio de “reciprocidad negativa”, definida como “la intención de tomar impunemente algo sin dar nada a cambio”. Esta práctica política de coerción otorga los beneficios a la corporación y transfiere impunemente los costos sociales y ambientales a las comunidades.