Resumen
En la ciudad de Comodoro Rivadavia, Argentina, es un secreto a voces que en los espacios laborales de los petroleros tienen lugar prácticas habituales y cotidianas entre hombres como demostraciones de hombría, exposiciones de fortaleza, “rituales de iniciación” o “actos bautismales”. Cabe remarcar que es frecuente que estas “bromas” posean claras connotaciones sexuales. Este artículo analiza las prácticas y representaciones de los trabajadores petroleros vinculadas a la construcción de la masculinidad. Nos interesa develar la relación entre masculinidad, políticas empresariales y disciplina fabril, proceso que culmina moldeando un sujeto fabril-petrolero-masculino acorde a los intereses de la producción.