Resumen
Los pueblos indígenas del Nordeste de Brasil nos ponen delante de una aparente paradoja: el surgimiento reciente (dos décadas) y continuo de colectividades que se piensan como originarias. Para intentar comprender esto, procuro indicar cómo, en concreto, se interrelacionan los modelos cognitivos y las demandas políticas. Basándome en las etnografías más actuales, procuro proveer una clave interpretativa para los hechos de la llamada “emergencia” de nuevas identidades étnicas. La imagen figurativa que utilizo —el viaje de vuelta— apunta hacia dos dimensiones constitutivas de la identidad étnica. La etnicidad supone necesariamente una trayectoria (que es histórica y determinada por múltiples factores) y un origen (que es una experiencia primaria, individual, pero que también se traduce en saberes y narrativas a los cuales se acopla).