Resumen
La isla de Fuerteventura está desarrollando un proceso de reorientación turística a partir del cual ciertos bienes comienzan a adquirir nuevas significaciones mediante su patrimonialización. La declaración de varios espacios bajo diferentes figuras de protección responde a una estrategia para canalizar el modelo de desarrollo turístico por la vía “cultura-naturaleza”. Paulatinamente, el destino comienza a ofertarse bajo una imagen de desarrollo sostenible aparentemente sujeta a criterios de cientificidad. El resultado es una reinterpretación de los elementos patrimonializados en la que se prescinde de la implicación eficiente de las poblaciones locales. Los conflictos resultantes revelan la distinta significación de estos bienes para los diferentes actores e intereses. Este trabajo analiza la configuración de las diferentes imágenes proyectadas sobre dichos elementos patrimonializados y las maneras en que los distintos colectivos les asignan significados concretos.