Abstract
Este ensayo tiene tres propósitos. En primer lugar, propone examinar las relaciones entre etnocentrismo y relativismo. El etnocentrismo puede tomar tres formas distintas: a saber, la de una universalidad im postada, la del exotismo y la de un particularismo narcisista exacerbado. El relativismo cultural es una postura que asume la inconmensurabilidad de los conceptos y valores que deben ser considerados como válidos dentro de las imágenes del mundo definidas. En segundo lugar, se argumenta que el etnocentrismo es una posición infundada y moralmente desastrosa. En tercer lugar, se sostiene que el relativismo cultural en su versión moderada puede servir de guía a los antropólogos sociales: les enseña la tolerancia y el escepticismo acerca de los valores de su propia cultura.